jueves, 18 de diciembre de 2008

Poesía y constelaciones

La poesía esta inmiscuida en las constelaciones, la siguiente poesía de cada constelación de los signos zodiacales la obtuve gracias al escritor Mauricio Carrera, que es inivitado los días martes por Maritza Escribano en su programa de radio Día a Día. Yo me comuniqué a su sección "Pregúntale a Mau" para saber si había poemas o música referente a las constelaciones, y él me contestó que sí y me dio esta referencia de Luis Hernández Camarero (1965)

GEMINIS

Es extraña nuestra canción. Es demasiado triste y antiguo lo que cantamos.
Nuestra canción no nos pertenece.
Y si se nos oye en las noches en las ferias, es porque no somos ajenos al cansancio y la gloria,
porque la paz que encontramos alcanzará a cubrir por un día el deseo.
Hemos llamado en ayuda a la fatiga.
Hemos subido los muros.
Hemos dejado en casa al hermano, al mismo hermano que guarda - quizá sea que volvamos - el gastado cuaderno de sus labios.
Hemos ascendido los mares, uno a uno llegado.
Y es que Nave, lo más Sur y vencido, nos aguarda.
Y tal vez este juego que inventamos, este juego en que ardemos confundidos, ha venido de sus manos a las nuestras.
Y en nuestro corazón, que jamás fue duro, es poniente ahora. Porque pese a que fuimos simples e inalcanzables, hemos sobrevivido al hermano.
Los hemos dejado, ciego y amargado, en sus viajes no emprendidos: sólo trazos de los dedos silenciosos sobre el mapa


ARIES
Tomamos de la Estación que muere
Los despojos.
Tomamos los añicos lucientes
Del verano.
Con ellos en la tarde, heridores de Estío, Entretejemos
El recuerdo pacífico y cruel
Del aire helado.


SCORPIO
Hacia furia este camino:
Esta calle bajo luna, bajo áspera luna,
Sin esquinas. Los prestigios del agua
Que nos muestra sus lentos pilares derruidos.
Algo recordarás aquí de la canción de la tierra,
De la música girante de la esfera.
Algo recordarás de la majestad de los días perdidos,
De los días atados en las manos, como cintas:
Esto es lo que en la noche se acompaña.
Inimitable es esta melodía:
Hacia estanques las tardes que bebimos en las calmas oleosas.
Hacia furia conduce esta canción
Aunque el dulce Noviembre
Nos derribe en estrellas, Elevados.


PISCIS
Es el Sur quien nos lleva y nos olvida
Hacia el alba postrera. Sus presagios,
Aprendidos sin miedo en las estrellas,
Solo tan sólo la forma como el agua
Centelleante ha llegado.


ACUARIO
Jugador de tenis de una noche
Al regreso, Acuario, constelado. Yo no sé si es aprisa que alcanzaste
En tu duro golpear en la fatiga T
enga un término de paz o de deseo. Sueña, Acuario, caído en los espacios,
Todo pleno en tu mundo parecer, en tus heridas
Errante, confundido, entregado Al oscuro y al cansancio.
Sin embargo a nosotros nos es dado Nunca tu forma llegar,
Nunca un lugar en tu juego
Entre luces crecidas en alambres.
Los gimnastas del mar son esta brisa,
Estos peces extraños: pobres signos del agua
Que en su ascenso a la dicha se han perdido.



VIRGO
Tu debiste estar
Cuando sol y espiga.
Agosto era un mes tan simple.
Agosto es el mes más simple.
Yo soy ahora quien sueña,
Quien dobla lentamente
En las esquinas.



TAURO
Qué antiguas estirpes del dolor
Vivieron en tus entrañas, toro.
Toro formado a imagen
De mi insomnio.
De qué ocultos guariques, como humo
Surgió tu alma: crótalo negro,
Toro entre banderas.
Crótalo en la selva de la arena dorada.
Si creado contemplo tu amargura,
Tu alma, toro,
Se torna en mi celeste compañero:
Tuyas son como mías
Las fugaces visiones
De esta tierra.



LEO
Madrigales, los cornos, los oboes.
Los malditos silencios de las cuerdas.
Las encíclicas del padre muerto en Roma
Ya después de la guerra en mis mentiras.
Sus mentiras.
Los letreros del cine de mi barrio.
Una dulce y sensata podredumbre: los leones.
Qué diré de los leones. Grises fieras nacidas sin el habla,
Sin el hondo sentido de las violas.
Nunca solos ni perdidos en cinemas.
Nunca en Roma.



CAPRICORNIO
Construimos un burdel que entregaríamos felices a los ángeles:
Pagamos con el diezmo sagrado el pecado abominable.
Abjuramos de la fe ante el hueso caído del patillo
Sólo así podremos abandonar la casa de los
Trópicos girantes.



CANCER
Sólo a lujuria y astucia
Es eterno aquí el amor:
Abismo de veladas literarias,
De valses y colectas,
Un plañido de melismas estancadas se levanta
A nivel de arcos y pinos.
Esta es la única canción que balan,
La única canción que aprendieron las jovencitas
En la turbia y seca paz de las historias bíblicas.
Sólo cuando la noche descabalgue,
La noche que preludian los tubos talados del órgano.
En las iglesias:
Rodará por las calles la nostalgia
Y brillarán al viento
Las luces de los fósforos.



LIBRA
Es noche. Y han llegado,
Venciendo las nubes,
Las estrella sutil,
El pérfido planeta
Y la magia
De las regiones áureas.



SAGITARIO
Colmada, conmovida ha quedado la tierra tras tu paso último.
Subes: son sombras las que arrastras en tu ascenso, y no es fácil llegar a sus designios.
En el pasar del agua entre los rieles, supiste que en las ramas postreras, donde el sueño y el tedio te elevaron, la caída cansada te aguardaba.
No dudaste ya más, vagaste inmerso por las carpas absurdas.
Tu inocencia aprendida en los colegios, ineficaz e inerte, hasta el último día en que agobiado revelaste a tu pena que morías.
Ahora asciendes. Si tu juego y la tarde flotan juntos, sé que existes, extraño y nunca fuerte, frente a aquello que venga de los astros.

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